Pasan los años, pero seguimos teniendo ( o manteniendo), algunas reacciones o comportamientos que ni nos gustan ni nos favorecen. No entendemos porqué, pero ahí están. Son esos rasgos que forman parte de nuestra estructura. Esos, que desgraciadamente hacen que nos reconozcamos. Esos que los que no hace mucho que nos conocen, al cabo de poco, ya señalan. Nuestros rasgos identitarios. Lo que expresado coloquialmente sería el “¡me ha clichado!”. Eso que no nos gusta de nosotros…pero se nos escapa y aparece. Eso que miramos siempre de tapar , pero puja por salir.
Es cierto también, que el paso de los años, lo va limando; pero es imposible hacerlo desaparecer del todo.